6.17.2012

A veces, solo a veces, siento que estoy perdiendo mi tiempo. Y me dan ganas de sacarte de mi cabeza, de no pensar mas en vos, si fuera tan sencillo... ¿algo va a pasar entre nosotros? ¿si te lo digo? NO, no puedo, somos tan diferentes, pero al mismo tiempo te deseo, deseo que seas mio y sentirme amada. ¿Porque no existen los amores como se ven en las peliculas?, ¿Porque no puedo ser una princesa y vos mi principe azul que viene a salvarme de esta soledad?





Tendría que dejar de perder el tiempo con falsas ilusiones.
Lanzo una mirada desesperada al cielo, a las estrellas;

 golpeó con el puño su pecho inflamado
. 
¡La amaba y no era correspondido!
Fantasma de la Opera - Gaston Leroux


Elemental, mi querido Watson.

Antiguamente la gente creía que cuando alguien muere, un cuervo se lleva su alma a La Tierra De Los Muertos, pero a veces sucede algo tan horrible, que junto con el alma, El Cuervo se lleva su profunda Tristeza... Y el alma no puede descansar, y a veces, sólo a veces, El Cuervo puede traer de vuelta el alma para enmendar el Mal.

The Crow - 1994
¡Soy Poeta, entiendo el poder de las Palabras!


Driving Lessons - 2006

6.13.2012


“Mamá, quiero ir al psicólogo”- le dije.
“Ay, dejate de pavadas. No necesitas ir al psicólogo”- me contestó.

Y sentí que me moría. Porque cuando tenés catorce años y sos caprichosa y
consentida, si tu mamá no hace las cosas por vos entonces son imposibles de conseguir.
Necesitaba, o creía que necesitaba, la autorización de mamá para ir al psicólogo: de
todas maneras, ella era quien pagaría las sesiones en tal caso, porque yo no había
trabajado ni ahorrado.

Siempre tuve ese rollo, esa obsesión: escribir. Escribir cualquier cosa que me
venía en mente, las cosas que me estaban pasando. O simplemente frases
exterminadoras: “me cansé de este colegio”, “tal cosa me tiene harta”, “amo tal otra”,
bla, bla. El papel es prudente. El papel no te es infiel, no te caga, te deja ser. No te pone
cara de circunstancia aunque le estés contando que tenés morbo con las ratas egipcias o
que te excita ver cómo los murciélagos duermen en el tapa-rollo de tu ventana. Quizás
por eso no tenía amigas, porque todo lo que las chicas les contaban a sus amigas, yo lo
reproducía con exactitud en mi cuaderno; y mientras la memoria de un ser humano
puede fallar, las letras de los cuadernos son imborrables. Supongo que por eso siempre
me aislé de esa manera: nunca tuve la necesidad de comunicarme, porque ya lo estaba
haciendo.

Abzurdah - pagina 45

Para ese momento de mi vida yo ya sabía que no era como los demás. No era
simplemente que había tenido una infancia un poco diferente: era muy evidente que no
tenía nada que ver con mis compañeras del colegio, ni con los adolescentes de mi edad.
A decir verdad, siempre me sentí un poco más madura que mis pares. Me costaba
seguirles el ritmo a mis compañeras. Mientras ellas hablaban de ropa o de exámenes, yo
estaba sufriendo por el primer amor no correspondido de mi vida (como si existieran los
amores correspondidos). El amor es perro. Pero aún si pudiera elegir vivir sin amor, no
lo haría. Hace tiempo que pienso que es mejor estar doliente por un amor irreal, o
maligno o escabroso, en lugar de estar obnubilado por la nada y ser comido
progresivamente por el aburrimiento del bienestar. No quiero decir que me sentía más
inteligente que mis compañeras: simplemente teníamos diferentes intereses. Eso puede
ser positivo o bastante malo: yo me creía muy inteligente y perspicaz, así que jamás lo
tomé como un aspecto negativo. Simplemente me consideraba más madura y con la
atención puesta en problemas de adultos, tales como el amor. Lo cierto es que el amor te
vuelve un bebé, aunque tengas cincuenta o sesenta años. Te deforma, te consume. Y si
no es sacrificado no es amor.

6.05.2012

-.



La ciencia, a pesar de sus progresos increíbles, no puede ni podrá nunca explicarlo todo. Cada vez ganará nuevas zonas a lo que hoy parece inexplicable. Pero las rayas fronterizas del saber, por muy lejos que se eleven, tendrán siempre delante un infinito mundo de misterio.
Estoy satisfecho con el misterio de la eternidad de la vida y con el conocimiento, el sentido, de la maravillosa estructura de la existencia. Con el humilde intento de comprender aunque más no sea una porción diminuta de la Razón que se manifiesta en la naturaleza.

Puesto que yo soy imperfecto y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio.

Mahatma Gandhi (1869-1948) Político y pensador indio.