8.08.2012

—Eres la persona más insignificante que ha entrado a mi vida. Él más irritable, él más vanidoso y prejuicioso. Él más egoísta que he podido llegar a conocer. Careces de buen gusto y modales. Ignorante, arrogante.
—¿Y crees que ha de importarme tus palabras?
—Debería. ¡No puedes ir así por la vida!
—¿Ir como? ¡Si yo no hago nada!
—Ir enamorándonos a las pocas mujeres sensatas que quedan aun. 
—Y eres tan sensata que te enamoraste de todo lo que odias.
¿Que ironía no?
—¿Ironía? lastima, querrás decir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario